Cómo lidiar con una novia en la etapa previa a su casamiento, y no morir en el intento.
Muchas habrán atravesado la experiencia del casamiento y otras estarán por hacerlo. Momento único en la vida, sobretodo para las mujeres, que esperan ansiosas que su novio les proponga matrimonio.
Frente a la incertidumbre de enfrentar los preparativos, la comunicación de semejante noticia a la familia y demás tareas por delante, la psicología de la novia atraviesa distintos estadios.
Al principio es pura emoción, empezar a pensar en el lugar donde se llevara a cabo la boda, el catering, el dj, el vestido…, muchas veces tendrán que enfrentarse a madres o suegras que pretendan dar su opinión con la mejor de las intenciones sin saber que se enfrentan a una persona en estado de sensibilidad, alterada y allí comienzan los entredichos. Si la fiesta se hace al aire libre, o adentro, ¿y si llueve?; qué música elegir, “por favor que no aturda a los invitados”, dirá mamá. De plato principal queremos lomo, pero los novios quieren algo más informal, ¡eso es anticuado! Y así durante todo un año de organización.
Si bien las inunda la alegría, muchas veces se sienten sobrepasadas con tantas decisiones y tantas opiniones a su alrededor.
Simplemente necesitan contención, mucha paciencia, alguien que las interprete, que en parte les dé la razón y que, si hay algo que no les conviene para su fiesta, sepa cómo decírselo y algo muy importante: ¡cuidado!, porque si hasta último momento estuvo muy tranquila, seguro que la última semana se transforma en otra persona: es absolutamente normal. ¡Compréndanlas! es la primera vez y, para ellas, es única.